12 millones de toneladas de basura llegan a los mares y océanos cada año (1). Varios millones de esta basura equivalen a bolsitas para bocadillos o golosinas, bolsas de plástico, etiquetas, películas para envolver, platos y vasos desechables y sistemas de barrera estéril como bandejas, bolsas y materiales que garantizan la esterilidad de un producto.
Pero el problema de la contaminación plástica no se reduce a su llegada a los cuerpos de agua sino que va desde su manufactura (que requiere alrededor del 4% de todo el petróleo, el gas extraído y del 4% de toda la energía producida mundialmente) hasta su descomposición (que puede necesitar de cientos y cientos años para desaparecer) (1).
Por esta razón, desde hace tiempo, se exploran diferentes soluciones para gestionar de manera efectiva los desechos plásticos. Una de las opciones más populares es el reciclado de envases; no obstante, esta alternativa no es la más viable dados sus muchos requisitos, su poca implementación y sus consecuencias ambientales.
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Contaminación plástica
La contaminación plástica es uno de los problemas más graves en la actualidad. Para 2020 se calculaba que la producción de plásticos era de 250 millones de toneladas, un 900% más que la producción de 1980 (1).
El incremento en la producción de este material, su dispersión sencilla y apresurada, la dificultad para el manejo adecuado de los residuos y desechos y su lento proceso de degradación han provocado que la contaminación plástica constituya una situación dramática pues hay una saturación en los rellenos sanitarios y un exceso en los mares y océanos.
Dicha saturación desencadena la necesidad de encontrar sitios de disposición cada vez más alejados de los puntos de generación así como la multiplicación de desechos plásticos en el ambiente e incineraciones que generan emisiones altamente tóxicas.
Según lo anterior y con el objetivo de contrarrestar la contaminación plástica, se han buscado y adoptado alternativas. Una de ellas es el reciclado de envases, puesto que son uno de los productos que más se consumen y se desechan después de un sólo uso.
Se estima que aproximadamente un 50 % de los plásticos
que se producen se destina a aplicaciones de un sólo uso (2).
En Modo Re queremos ser el aliado de grandes marcas qué estén buscando reducir su huella plástica y cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que establece una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas que la suscribieron y es la guía de referencia para el trabajo de la comunidad internacional hasta el año 2030.
Especialmente enfocándonos en los puntos 12 y 13 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Producción y consumo responsables (garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles) y Acción por el clima (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos). En pocas palabras: REpensar tu consumo y REutilizar los envases a manera de REfill con Modo Re. ¡Visita nuestra página y descubre porqué es momento de repensar la manera en la que producimos y consumimos!
¿En qué consiste el reciclado de envases?
Los envases son definidos como todos los productos utilizados para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar desde materias primas hasta artículos o productos acabados en cualquier fase de la cadena de producción, distribución o consumo (1).
Por su parte, el reciclaje se define como la transformación de los residuos por medio de diversos procesos que permiten restituir su valor económico al evitar su disposición final (2). Según especialistas ambientales, el reciclaje debe, además, favorecer un ahorro de materias primas y energía y no generar ningún daño a la salud o los ecosistemas.
En México, según una investigación realizada por científicas
de la Universidad Autónoma Metropolitana, los plásticos constituyen el 12.88 % de los residuos sólidos urbanos (2).
Por lo tanto, el reciclado de envases plásticos es la transformación de residuos plásticos a partir de procesos mecánicos o químicos para la generación de materia prima de nuevos envases (o artículos o productos) plásticos o combustibles.
¿Sabías que 12 mil millones de toneladas de basura ocasionadas por plásticos de un sólo uso son las que se esperan para el 2050? Lee más sobre el daño que causan estos plásticos aquí.
Reciclaje de plástico
El reciclaje de plástico consta de dos grandes fases: la selección y el reciclado. Cada una tiene pasos específicos. A continuación te los contamos (3):
Selección
La fase de selección está formada por la separación y la clasificación. El primer paso consiste en apartar los envases plásticos de productos fabricados con otros materiales (como aluminio, cartón, vidrio) o de los residuos orgánicos para después separarlos, nuevamente, según el tipo de plástico del que se trate.
El segundo paso de la separación se produce en una planta de acopio plástico en donde se lleva a cabo una segunda selección según el tipo y el grado de limpieza del plástico.
Reciclado
El reciclado de envases plásticos se puede realizar por medio de un proceso mecánico o químico. El primer proceso se logra gracias a la aplicación de calor en el que no hay un rompimiento de macromoléculas, mientras que en el segundo hay tanto una aplicación de calor como una aplicación de catalizadores y las cadenas moleculares se rompen para crear unas más cortas.
El proceso de reciclaje mecánico se compone de varias etapas: lavado (los envases a reciclar se lavan en tinas de cualquier tamaño ya sea con agua fría o caliente y diversos detergentes) y fragmentado (los envases se cortan o se pican, ya sea de forma manual o automática, en trozos minúsculos para conseguir una manipulación más sencilla y mayores densidades del material a procesar).
En México no hay registro certero de los plásticos que se reciclan, debido a que una parte importante de los residuos se separa en actividades de prepepena que no son registradas y a que una proporción significativa de lo recolectado se exporta (2).
A las anteriores, les siguen las etapas de aglutinado (formación de granos asimétricos manipulables por medio de la fricción del plástico cortado o picado y agua), peletizado (conversión a granza, es decir, a pequeños cilindros mediante maquinaría especializada como una extrusora, una cámara con tornillo, un tanque de refrigeración, un halador rotatorio y una máquina picadora) y conformado (conformación a través ejercer presión al plástico para fundirlo, homogenizarlo y conformarlo).
Además del uso de catalizadores y el rompimiento de las cadenas moleculares, los procesos también se diferencian porque el reciclaje químico las etapas son distintas, puesto que éste no necesita del lavado; en otras palabras, el proceso químico puede reciclar plásticos contaminados y mezclados sin un tratamiento previo y crea productos de alto valor agregado.
Te invitamos a leer nuestro artículo sobre packaging ecológico en el que te contamos por qué esta opción no es tan amigable con el ambiente como pudiera parecer en un principio
Lo que no se dice del reciclado de envases
Pese a la específica delimitación del reciclado de envases, a los diferentes procesos que pueden aplicarse y a los nobles ideales que lo guían, se ha demostrado que esta acción no es idónea por los siguientes motivos (1):
- Envases contaminados. La mayoría de los envases que llegan a las plantas recicladoras tienen un alto nivel de impropios, es decir, de materiales que no se pueden reciclar lo que produce que los envases se desechen y su destino final sea la incineración o los vertederos o rellenos.
De igual forma, si un envase de plástico que es recolectado está levemente contaminado con alguna sustancia tampoco es candidato para reciclarse pues eso implicaría un material reciclado de muy baja calidad que no puede reincorporarse a las cadenas de manufactura o producción.
- Envases con varios tipos de plástico. El reciclado de envases puede resultar inviable si en su confección intervinieron varios tipos de plástico como sucede con los bricks con capas de aluminio, cartón y polietileno, las charolas de envasado de comida o los envases con recubrimiento de PVC como camiseta.
Las empresas de reciclaje reportan que más del 30 % de los envases de plástico que son recuperados no califican para someterse a un proceso de reciclaje por la cantidad de impropios que poseen (1).
- Envases pequeños. Los envases plásticos de dimensiones menores a 10 cm. como los popotes o las monodosis (pequeños empaques donde vienen productos para un consumo personal como cremas para café, mantequilla, mermeladas, miel) son rechazados para su reciclado por lo que van a terminar, en el mejor de los casos, en vertederos o incinerándose o, en el peor, en los mares, océanos o libres en el ambiente (1).
El tamaño de los envases plásticos es un tema pendiente tanto por parte de las compañías para repensar el diseño de los envases que contienen y protegen sus productos como de parte de las plantas de tratamiento para que estos envases también puedan reciclarse y, por lo tanto, recuperarse.
- Envases con etiquetas. Las etiquetas que son parte de algunos envases plásticos también pueden ser un impedimento para su reciclaje puesto que el uso de ciertos pegamentos o adhesivos puede contaminar el envase. De igual forma, hay que tener en cuenta que estas etiquetas no son reciclables y que representan desechos.
Asimismo, hay que considerar que eliminar estas etiquetas puede resultar más complicado que el reciclaje mismo pues los trozos de la etiqueta y los restos de pegamento que permanecen en el PET pueden generar marcas oscuras que necesitan de un lavado especial que puede degradar la calidad del envase o contaminarlo (1).
Estos problemas demuestran que el reciclaje no es la opción ideal para disminuir la contaminación plástica. Conócenos, somos Modo Re, una plataforma que impulsa a las marcas a ofrecer sus productos de forma más consciente siguiendo el principio de la reutilización.
Problemas del reciclado
El reciclado de envases, entonces, requiere de materiales con condiciones muy específicas (envases de cierto tamaño y tipo, sin ninguna clase de recubrimiento o aditivo, completamente limpios) que no son posibles en la mayoría de las ocasiones. Por lo tanto, el reciclado de envases, en particular, y de plásticos, en general, emerge como una pseudosolución.
Además de las condiciones específicas, otro problema relacionado con el reciclaje de plásticos es que gran parte de las empresas dedicadas a esta tarea se centran, exclusivamente, en el reciclaje de PET (polietileno tereftalato) y de PEAD (polietileno de alta densidad) y el resto de los plásticos tiende a exportarse (1).
La exportación de residuos plásticos representa en sí misma un problema ya que, en primer lugar, genera emisiones de gases contaminantes, y, en segundo, agrava la gestión de desechos al mismo tiempo que causa una fatal contaminación plástica en los países receptores como Malasia y anteriormente China.
El comercio mundial de residuos plásticos superó las 155 millones de toneladas en 2016. Hasta ese momento China era el principal importador al recibir el 51 % de los residuos y la Unión Europea el principal exportador (1).
La exportación de residuos plásticos no es más que un reflejo de la mítica solución del reciclaje. El reciclado de envases es, hasta ahora, una alternativa insuficiente (e incluso problemática) ante la magnitud de la contaminación plástica a nivel mundial.
Es momento de terminar con el modelo de producción de envases plásticos para consumir y desechar. Es necesario que los modelos viren hacia la reutilización y el rellenado o refill.
Reutilizar envases implica el ahorro de recursos energéticos e hídricos necesarios para la manufactura, transportación y procesamiento de éstos, el apoyo a la economía local al disminuir la dependencia de materias primas importadas de otros países, la elusión de la concentración de desechos y residuos plásticos y la protección de ecosistemas y especies naturales.
La reutilización de envases también va a crear un ahorro económico en la producción de nuevas botellas y va a disminuir tus gastos de fabricación, empacado, distribución y operación. Además, reutilizar va a crear exposure positivo de marca y engagement con los nuevos segmentos de target.
En Modo Re ponemos a tu disposición máquinas dispensadoras de refill automático que permite a los usuarios rellenar sus botellas con tus productos. Si quieres saber más, lee nuestras Q&A y convierte a tu producto en su mejor presentación: la reutilizable.
Las ventas a granel son una alternativa para dejar de consumir plásticos de un sólo uso. Lee algunos tips tanto para vender como para consumir alimentos.
Repiensa, recupera, reutiliza, rellena.
Referencias
- Greenpeace. Reciclar no es suficiente. La gestión de residuos de envases plásticos en España. Greenpeace, s/f. Consultado el 18 de julio de 2022.
- Alethia Vázquez, Rosa Espinosa Valdemar, Margarita Villavicencio y Maribel Velasco. El reciclaje de los plásticos. Anipac, s/f. Consultado el 18 de julio de 2022.
- José Rubiano Fernández, Marco Pérez, Osvaldo Barrera, Wilman Orozco, Franz Quesada, Miguel Díaz y Luis Gaviria. Manejo de los materiales plásticos reciclados y mejoramiento de sus propiedades. Universidad Antonio Nariño, 2011. Consultado el 18 de julio de 2022.
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